El moldeo por inserción es un proceso en el que se inyecta una resina plástica rígida sobre otro material, generalmente metal. La pieza de metal se coloca en una herramienta para inyectar el plástico. Encapsular el inserto con plástico crea una única pieza moldeada que normalmente es más fuerte que una creada ensamblando piezas separadas.

Este proceso se utiliza más comúnmente para piezas metálicas mecanizadas a medida, como sujetadores roscados y piezas eléctricas. No existe unión química entre los insertos metálicos y el plástico, por lo que los componentes del inserto y la resina deben diseñarse para unión mecánica.

El moldeado por inserción es controlable y permite una mejor encapsulación que otros métodos utilizados para moldear plástico alrededor de piezas metálicas. Los insertos moldeados eliminan la necesidad de un proceso de instalación de insertos secundario, lo que los hace más eficientes en términos de tiempo y costos.

Beneficios de la moldura por inserción:

Elimina operaciones secundarias de montaje como pegado y fijación.

Crea funciones y características de diseño que no son factibles solo con plástico.

El proceso de encapsulación puede agregar resistencia y durabilidad a las piezas.